Kate Middleton, Britney Spears y cómo se construyen las teorías de la conspiración
Kate Middleton ha sido un imán para los rumores no comprobados durante mucho tiempo: ¡le exigió a una galería de arte que retirara un retrato real! ¡Se separó de su marido! ¡Cambió su peinado para distraer la atención de los rumores de embarazo! ¡Ella no fue la que dio a luz a su hija!
Este año, las especulaciones se han intensificado. Middleton —ahora Catalina, princesa de Gales— se ha mantenido fuera del ojo público desde Navidad. El palacio de Kensington dijo que se estaba recuperando de “una operación abdominal programada” y que era poco probable que pudiera reanudar sus funciones reales sino hasta después de la Semana Santa. A los teóricos de la conspiración se les ocurrieron otras ideas más siniestras. La única explicación para la larga ausencia de la futura reina, argumentaban, era que estaba desaparecida, moribunda o muerta, y que alguien estaba tratando de encubrirlo.
“KATE MIDDLETON PROBABLEMENTE ESTÁ MUERTA”, se leía una publicación en X, con el texto flanqueado por emojis de calaveras y gritos.
Con su muerte inventada, la princesa se une a una serie de celebridades y personajes públicos —desde el presidente Biden hasta Elon Musk— que en los últimos meses han sido declarados clones, dobles de cuerpo, avatares generados por la inteligencia artificial o personas diferentes a las que son.
Para muchos de los individuos que difunden estas falsedades, se trata de una diversión inofensiva: una investigación casual que solo dura unos pocos clics, una mina de oro para los generadores de memes. Otras personas, sin embargo, dedican “horas incontables” a la búsqueda, siguiendo a otros escépticos por la madriguera del conejo y exigiendo que las celebridades den pruebas de vida.