Una carta en defensa de Gérard Depardieu califica de ‘linchamiento’ las críticas al actor
Más de 50 actores, artistas y otras personalidades en Francia publicaron una carta en la que defienden con vehemencia a Gérard Depardieu, el actor acusado de acoso y agresión sexual, en la que aseguran que es víctima de un “linchamiento” y argumentan que debería poder seguir trabajando a pesar del aluvión de críticas.
“No podemos seguir en silencio ante el linchamiento que ha caído sobre él, ante el torrente de odio que se ha vertido sobre su persona, sin matices”, señalaron en la carta, publicada el lunes por el diario Le Figaro. La carta está firmada por 56 personas, algunas de ellas figuras destacadas de la cultura y otras personalidades menos conocidas.
Entre ellos se encontraban las actrices Nathalie Baye, Charlotte Rampling y Carole Bouquet —una de las exparejas de Depardieu—, así como los actores Jacques Weber y Pierre Richard; Roberto Alagna, tenor de ópera; Carla Bruni, cantante y ex primera dama de Francia, y Bertrand Blier, el director de película de 1974 Las cosas por su nombre, que lanzó a la fama a Depardieu.
La carta llegó menos de una semana después de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, hiciera su propia acérrima defensa de Depardieu y condenara una “cacería” en su contra, lo que provocó la pronta conmoción y desconcierto de feministas francesas.
Aunque las denuncias contra Depardieu se han acumulado durante años, gran parte de las críticas contra el actor salieron a la luz de manera reciente gracias a un documental de la televisión francesa que se emitió este mes en el canal France 2. El documental mostraba a Depardieu haciendo comentarios sexuales y sexistas extremadamente vulgares durante un viaje a Corea del Norte en 2018.
En entrevistas concedidas a los medios de comunicación este año, más de una decena de mujeres lo han acusado de manosearlas, acosarlas o agredirlas sexualmente y de hacer comentarios sexuales inapropiados. En un caso, el de la actriz francesa Charlotte Arnould, ha sido imputado por violación y agresión sexual.
Depardieu, de 74 años, ha negado categóricamente haber cometido algún delito, y no ha sido condenado en relación con ninguna de las acusaciones.
El martes, en una intervención pública inusual, Depardieu declaró a la radio RTL que de él no había partido la iniciativa de la carta publicada en Le Figaro y tampoco había pedido alguna expresión de apoyo público. Pero dijo que había visto la carta antes de su publicación y que la aprobaba.
“Creo que quienes la firmaron fueron muy valientes”, dijo Depardieu, quien en su día fue el actor más conocido de Francia.
Sin mencionar el documental reciente ni a las mujeres que han acusado a Depardieu, la carta lo elogia como “probablemente el más grande de los actores” y como un “genio” que ha hecho brillar a Francia en todo el mundo.
“Cuando se ataca así a Gérard Depardieu, lo que se ataca es el arte”, se lee en la carta, que argumenta, como hizo Macron la semana pasada, que Depardieu tiene presunción de inocencia.
Pero la carta iba mucho más allá de una expresión de solidaridad por el actor asediado o un recordatorio de que las cortes francesas no habían fallado en su contra. Por el contrario, le pedía fervientemente que siguiera actuando y filmando.
“Prescindir de este gran actor sería una tragedia, una derrota”, insiste la carta. “La muerte del arte”.
La misiva es una muestra más de la reacción compleja al movimiento #MeToo en Francia.
En 2018, una carta firmada por más de 100 francesas, entre ellas la actriz Catherine Deneuve, sostenía que los partidarios del movimiento #MeToo habían ido demasiado lejos al denunciar de manera pública experiencias privadas y crear lo que la misiva calificaba de un clima totalitario perjudicial para la creación artística.
Colectivos feministas franceses han celebrado el ajuste de cuentas del #MeToo con el sexismo. Pero sigue generando la inquietud de que el país esté importando desde Estados Unidos lo que algunos consideran que son costumbres sexuales puritanas y una “cultura de la cancelación“, una postura que ha sido cuestionada por las generaciones más jóvenes de actrices y actores franceses.
Emmanuelle Dancourt, presidenta de #MeTooMedia, un grupo que aboga contra el sexismo y la violencia sexual en los medios de comunicación, dijo el martes que esta brecha generacional se puso claramente de manifiesto con la carta de Le Figaro, firmada casi exclusivamente por personas mayores de 50 años.
Es “el viejo mundo del cine”, dijo Dancourt al canal de noticias BFMTV, y añadió que estaba “consternada porque siento que hay un malentendido”.
“Por un lado, entiendo lo que intentan hacer, quieren a Gérard Depardieu, admiran al actor; pero yo también”, dijo. “Hay muchas películas con Gérard Depardieu que me gustan mucho, no estamos diciendo que tengamos que cancelar sus películas y todo lo que ha hecho”.
Pero también deben tenerse en cuenta “los actos denunciados por las víctimas”, dijo.
El documental de France 2 emitido este mes incluye entrevistas con cuatro mujeres que acusan a Depardieu de comentarios inapropiados o de conducta sexual inapropiada, entre ellas Arnould y Hélène Darras, una actriz que afirma que el actor la agredió sexualmente en un rodaje de 2008 y que presentó una demanda en su contra en septiembre.
Pero el documental también abrió una nueva serie de críticas contra el actor por una grabación inédita en la que Depardieu está en un viaje a Corea del Norte en 2018, cuando fue invitado por el 70 aniversario del país. En la grabación, Depardieu hace comentarios burdos en diversas ocasiones sobre algunas mujeres, a veces directamente a ellas, utilizando lenguaje crudo para describir su aspecto físico y para referirse a sus genitales y a los propios.
“Adelante, haz la foto mientras la toco por detrás”, dice Depardieu en una parte en la que un guía lo retrata con varias personas, entre ellas una mujer sentada a su lado.
En el documental, Depardieu utiliza lenguaje sexual explícito al hacer referencia a una niña, que según el documental tiene unos 10 años, que monta a caballo. La familia de Depardieu había acusado al documental de editar de forma engañosa esa escena en específico, pero France Télévisions dijo la semana pasada que no había “ninguna duda ni ambigüedad” sobre las imágenes y que habían sido verificadas por un análisis de un especialista de las imágenes sin editar.
Aurelien Breeden es reportero del Times en París y cubre la actualidad de Francia. Más de Aurelien Breeden