Un pueblo aislado del Amazonas se conectó a internet y cambió su vida
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Conforme los discursos se alargaban, los ojos se empezaron a desviar hacia las pantallas. Los adolescentes navegaban por Instagram. Un hombre enviaba un mensaje de texto a su novia. Y un grupo de hombres se aglomeraban alrededor de un teléfono que mostraba un partido de fútbol mientras la primera líder mujer del grupo hablaba.
En cualquier otro lugar, una escena como esta sería usual. Pero la escena transcurría en una aldea indígena remota en una de las regiones más aisladas del planeta.
Durante mucho tiempo, el pueblo marubo ha vivido en chozas comunitarias desperdigadas por cientos de kilómetros a lo largo del río Ituí, en el corazón de la selva amazónica. Hablan en su propia lengua, consumen ayahuasca para conectarse con los espíritus de la selva y capturan monos araña para hacerlos sopa o conservarlos como mascotas.
Han conservado este estilo de vida durante cientos de años por medio del aislamiento; llegar a algunas aldeas requiere semanas. Pero desde septiembre, los marubo han tenido internet de alta velocidad gracias a Elon Musk.
Este pueblo indígena de 2000 miembros es una de las cientos a lo largo de Brasil que súbitamente se están conectando a través de Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX, la compañía espacial privada de Musk. Desde su entrada a Brasil en 2022, Starlink ha conectado a la selva tropical más grande del mundo, y ha traído internet a uno de los últimos lugares de la Tierra que permanecían sin conexión.