Japón funciona con máquinas expendedoras. Pronto millones quedarán obsoletas
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La máquina expendedora del restaurante de ramen de Hiroshi Nishitani en Tokio lleva funcionando sin problemas una década. Los clientes le insertan dinero y la máquina imprime sus pedidos mientras Nishitani prepara fideos frescos en la cocina. La comida se sirve en cuestión de minutos, una vez que el cliente entrega el pedido al par de cocineros del mostrador.
Pero la máquina tiene los días contados. Japón va a introducir una nueva serie de billetes este verano, algo que hace cada 20 años aproximadamente para impedir la falsificación. La máquina, que ya es demasiado vieja para aceptar los últimos diseños de monedas, no aceptará los nuevos billetes, según Nishitani.
“La máquina expendedora está en perfectas condiciones”, dijo, expresando su frustración por tener que comprar una nueva y costosa unidad compatible con los nuevos billetes.
Por todo Japón, restaurantes, cafeterías, lugares para tomar un baño y otros negocios se enfrentan a una perspectiva similar. El país cuenta con 4,1 millones de máquinas expendedoras, según Nikkei Compass, una base de datos de informes del sector. Muchas de ellas quedarán obsoletas cuando en julio entren en circulación los nuevos billetes de 1000, 5000 y 10.000 yenes con tecnología de holograma.